Hoy te he vuelto a encontrar en otras huellas en
mi piel,
en la risa del
eco que hace sombra en la pared
repitiendo
silencios de un amor que brilla a medias.
Iluminando otra
noche imposible de Perseidas,
vuelan deseos
fugados sobre estelas de arena y voz.
Voz que desafina de
nuevo la misma vieja canción
compuesta de versos
torcidos esquivando tu adiós.
Despierto junto a
otro cuerpo en el espejo,
robando gemidos a
mi pasión va cambiando tu reflejo.
Hoy tengo a la luna sudando sol ,
hay un latir en
mi boca que endurece tu calor,
ardemos dos cuerpos sin colchón quemando la playa,
en la garganta un
orgasmo que al arañar el cielo estalla.
Hoy me he vuelto
a perder en la Costa da Morte,
sin latido el faro de Hércules apaga mi norte.
En Santiago tumbada,
amanece la catedral al revés
a mi lado un amor
que ya no cree, sin gravedad rezo a tu pies.
Tengo un puzle
por corazón, aumentando piezas en cada despedida,
tengo mil besos buscando
en tu boca billetes, esta vez… sólo de ida.
Te pierdo y te
encuentro en cada principio y final de cuento.
Siempre sonríes
tú pero sólo se queda de tu boca el lamento, el “lo siento”.
¡Ésta vez, por
favor, quédate! Déjame ser el milagro
que te haga creer…
Vuélvete abrigo conmigo
vistiendo de futuro mi ayer.
No mudes de nuevo
de piel, no quiero verte en otra mirada,
sólo quiero ver
en mi cama la cara de tu luna enamorada.