Palabras curando sueños, latiendo vida...: IZAN

Lydia Díaz Arce

Lydia Díaz Arce

miércoles, 1 de julio de 2015

IZAN


Tengo miedo de escribirte
porque nada es suficiente.
Nada expresa este corazón amplificado,
este sentimiento profundo y desorbitado,
esta comprensión del universo dentro,
el estallido de toda  materia, energía,

espacio                                 y  tiempo

creciendo en mi  
y expandiéndose sin fin.
Nada alcanza para describirte.
Podría decir que eres el silencio entre dos notas,
el verde de la vida que brota,
una flor que estrena falda nueva de primavera.
Eres la inacabable sonrisa flotando sin gravedad,
la luna que mece toda marea,
el fluir del rio y el incesante vaivén las olas,
lo que está detrás de todo lo que ES,
(no es casualidad que tu nombre signifique SER),
el alma que se desnuda en todas las miradas,
el roció que despierta la mañana,
el olor a tierra mojada,
el brillo de la primera estrella en la noche,
la esencia de D(i)OS,
la fuerza que mueve a un animal
a ayudar a su cazador
dando la vuelta al temible final.
Eres a la vez la inspiración del poeta
y las alas de nube que deja su poesía.
Podría intentar llegar a la suela de tus patucos pero nada serviría.
Nada se asemeja a notar tus patadas,
a saberte milagro latiendo en mis entrañas,
a la cara de tu padre cuando al oírle le bailas,
o a soñar con el barranco de tu pupila…
el infinito de tu mirada.
Definitivamente nada, nada se compara...